Caso real

Mª Ángeles arrojaba varios problemas de salud bucodental. Le faltaban piezas, tenía los dientes separados y amarillentos y tenía un problema en las encías. Tras un estudio en profundidad, realizamos un plan personalizado que contemplaba soluciones de ortodoncia, implantes dentales y carillas dentales.

La primera parte del tratamiento comenzó con ortodoncia. Cuando sus dientes y su mordida habían alcanzado la posición adecuada colocamos implantes dentales en varias piezas. Mª Ángeles temía esta parte del tratamiento. Así que colocamos todos los implantes en un única sesión y bajo sedación consciente. Uno de los huecos donde faltaba una pieza era visible al sonreír, de modo que colocamos una prótesis provisional para que no tuviera que estar sin diente durante el proceso de curación de sus implantes.

Según ella, fue su mejor experiencia en el dentista. No lo podía creer.

Ha sido la mejor experiencia de mi vida. Ni antes, ni durante ni después de la intervención he tenido ningún tipo de problema.

Mª Ángeles

Posteriormente, para terminar su tratamiento estético, colocamos carillas de porcelana. Mª Ángeles terminó encantada.

El día que me puse las carillas, llegué a mi casa y mi nieto me dijo: «Abuela, estás más joven».

Y dije: Pero bueno, ¿este niño cómo se ha dado cuenta?

Eso fue el aval de que mi boca estaba perfecta.

Para mí ha significado un antes y un después.

Mª Ángeles

Ahora, anima a todo el mundo a arreglarse los dientes y a hacerlo de la mano de profesionales.